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Vamos, salgamos de aquí.
:23:09
-Adiós, Jerry.
-Adiós, Warriner.
:23:25
¿Qué sucede?
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-¿Seguro que no le agrada ese hombre?
-¡Agradarme!
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-Vio cómo lo traté, ¿no?
-A eso me refiero.
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En mi hacienda tengo un gallito rojo
y una gallinita marrón...
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y también se pelean todo el tiempo.
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Pero, de vez en cuando,
hacen las paces y se hacen muy amigos.
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-Buen día, ma.
-¿Y bien? Era de día cuando volviste.
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La pasé genial. Conocí a una chica...
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Es lo que pensé.
Deja de pensar en las mujeres.
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No puedo, ma.
:24:02
¿No puedes?
Es lo que siempre decía tu padre.
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Claro que me gusta Dan Leeson.
¿Por qué no? Es dulce y considerado.
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Deberías ser la última en oponerte,
tú me lo presentaste.
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Era alguien que podía sacarnos a pasear.
No esperaba que enloquecieras por él.
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No tiene nada de malo que me agrade
un hombre sensato y considerado.
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Me casé con uno
que era demente y desconsiderado.
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Se quema tu tostada.
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-¿Cómo se llama?
-Lucy Warriner.
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Quizás sea un alias.
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Te reirás por hablar así
cuando conozcas a Lucy.
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Ella no querrá conocerme. Sabe que
cualquier mujer puede ver su verdadero yo.
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No hables así de Lucy. Estoy loco por ella.
:24:39
Me parece que yo también le gusto.
Creo que estoy enamorado.
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¿Sabes qué es el despecho?
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Tratar de olvidar a un amor
arrojándose a los brazos de otro.
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Está bien, salvo que el despecho
casi nunca es real. En realidad, es la cama.
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Es ahí donde te arrojas una vez, dos veces...
Bueno, mírame.
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Te endureces
como una pelota de tenis vieja.
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Lo de Dan Leeson va en serio.
Me agrada mucho.