:22:01
...pueda convencer al Sr. Ballard para
que no compita con su rosa.
:22:05
Para ser sincera, es una rosa preciosa
que podría ganar fácilmente, y...
:22:10
Srta. Beldon...
:22:12
...¿es ésta una competición abierta?
:22:15
- Técnicamente sí...
- En teoría, sí, pero en la práctica, no.
:22:19
- Supongo que sí. Entienda que...
- La entiendo muy bien, Srta. Beldon.
:22:23
Dado que el Sr. Ballard
no es de la clase dirigente...
:22:25
...sólo es un vasallo, igual que...
- Vin, deja que hable la Srta. Beldon.
:22:30
Pero madre, la Srta. Beldon
no me ha de explicar nada.
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Soy consciente de la influencia del
sistema feudal en este pueblo.
:22:37
Son órdenes del señorío. Su excelencia
no puede tener competencia.
:22:41
Disculpe a mi hijo.
Acaba de llegar de Oxford.
:22:43
No te disculpes por mí.
Lo digo como lo siento.
:22:47
Me alegra oír eso, pero,
¿está haciendo algo al respecto?
:22:51
¿Hacer? ¿A qué se refiere?
:22:54
Si cree que algo está mal,
¿qué está haciendo al respecto?
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Durante mis vacaciones he ayudado
en los barrios pobres de Londres.
:23:03
- Se revuelca en lujos todo el año...
- ¡No me revuelco!
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...y se cree que unas semanas haciendo
de Doña Generosidad...
:23:08
- Por favor, Vin.
- Puede que no sea mucho...
:23:10
...pero es la única forma
que conozco.
:23:13
- ¿Qué ha hecho usted?
- ¿Yo?
:23:16
- Bueno...
- Ya veo. Sólo hablar.
:23:19
- Está bien. Es más fácil.
- Escuche, no he dicho...
:23:22
No se disculpe.
:23:24
Sé lo confortable que es acurrucarse
con un libro lleno de palabras mayores...
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...y creer que se pueden solucionar
los problemas del universo.
:23:31
Pero no es así.
De vez en cuando hay que actuar.
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¿Actuar? Si acción es lo que piden usted
y los de su clase...
:23:37
...a lo mejor la consiguen un día.
- Quizás. Pero no de los parlanchines.
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¡Vin! La Srta. Beldon es una invitada.
Si tienes algo de educación...
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¿Educación? A un humilde trabajador
se le niega un premio por su arte...
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...para satisfacer la vanidad
de una aristócrata...
:23:51
Esto no te incumbe.
:23:53
No es cierto. Me preocupa la dignidad
de ese hombre.
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Y la indignidad que le ha
caído encima.
:23:59
- Discúlpeme, Srta. Beldon.
- Por supuesto.