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1840. La vía vital de los EE. UU.
Es el mar.
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Las vías ferroviarias
son casi desconocidas.
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Sólo los grandes barcos a vela unen
los estados de Nueva Inglaterra...
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con el rico Valle del Misisipí.
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El mar, y sólo el mar,
hace a los EE. UU. Una nación.
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Pero a lo largo
de esta línea de comercio...
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se estrechan los dientes de tiburón
de los cayos de Florida...
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adonde llegan huracanes salvajes
desde el Caribe...
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que empujan a los barcos
contra los bajíos destructores.
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Aquí, hombres que enfrentan
tormentas y goletas frágiles...
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Ios maestros
del rescate de Cayo Hueso...
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están alerta junto
a la vía vital de los EE. UU.
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Recogen la cosecha
del viento salvaje...
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luchando contra los huracanes
para salvar vidas y cargamentos.
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Pero historias de grandes
ganancias por rescates...
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han atraído a hombres imprudentes
a esta peligrosa cosecha...
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nacida de los siete mares.
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Entonces entre los maestros
heroicos del salvamento...
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aparecen capitanes inmorales...
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que planean destruir
para su propio beneficio...
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Ios grandes barcos que se supone
que deben salvar.
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El futuro de los EE. UU. En el mar
se defiende...
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junto a los arrecifes
de Cayo Hueso.