:28:01
No lo amas.
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¿Qué palabra dijiste?
:28:06
Te casaste con él por su dinero.
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Eso vino con él.
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Esa es una excelente torma
de ganarse la vida.
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Es como la olla diciéndole
a la tetera que está negra, ¿no?
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No tenía ni un centavo.
El me recogió y me echó una mano.
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¿No es una coincidencia asombrosa?
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Esa es, prácticamente,
la historia de mi vida. Hola.
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Buenas noches, señorita.
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Señor, soy el Capitán Delgado.
Me gustaría bailar con su señora.
:28:32
- La respuesta es no.
- La respuesta es sí.
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- Me encantaría.
- Pero el caballero...
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Al caballero también le encantaría,
pero no tiene los recursos.
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- Las mujeres pueden ser muy inoportunas.
- Entró otra vez.
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Mauricio Miguel Obregón.
A sus órdenes.
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Así que ése es su nombre.
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Lo he estado vigilando
durante varias semanas.
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- Entonces estamos a mano.
- Ud. no juega.
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No bebe. ¿Qué hace aquí?
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La atmóstera de este lugar
siempre me ha interesado.
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Ahora, me fascina.
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- Podría ser una bailarina profesional.
- Lo soy. Digo, lo era.
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Eso va en contra de las reglas
de nuestro sindicato.
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Yo siempre cumplo con las reglas
y las ordenanzas.
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- ¿Cómo es que nunca la había visto?
- No bailaba aquí.
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- ¿Entonces dónde?
- En América.
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¿Esto no es América?
:29:53
Me retiero a Nueva York.
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- ¿Su hombre también...
- No es mi hombre.