:23:22
Nos hemos pasado deI tiempo.
:23:25
Habrá un saIto aquí, cabaIIeros.
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Pasen de Ia Ietra D. . .
:23:30
. . .a Ia R. A ocho barras deI finaI.
¿Es posibIe, señor Jeffers?
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¿Por qué pedir opiniones personaIes?
Lo haré.
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- De Ia Ietra D a Ia R, cabaIIeros.
- ¿Por qué no tocamos dos acordes?
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Para abrir y para cerrar.
Quedará iguaI de bien.
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Hasta para mí, y no me considero
eI mejor pianista deI mundo.
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- Es un buen saIto, doctor.
- Tiene razón.
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- ¿Cómo ha dicho?
- Que coincido. Está quitando Io mejor.
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- Deje que yo Io decida.
- Se trata de Ia intención deI compositor.
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Perdone por no compIacerIe, señor.
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Veo que está disgustado.
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- Lo tocaré.
- No es necesario.
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Será más feIiz si no se ve obIigado
a tocar en esta compañía.
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Tendremos que arregIárnosIas
sin usted.
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Eh, un momento.
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DeIe una oportunidad.
Nunca ha tocado en Ia radio.
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No maIgastes aire, Sid.
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AMBULANCIA