:22:01
No entiendo
por qué me aprietan tanto estos zapatos.
:22:05
Los hice yo. Qué suerte tienes.
Tú no tienes que ponerte zapatos.
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No entiendo por qué la gente
usa la expresión "una vida de perros".
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Todos los perros que conozco
llevan una vida muy apacible.
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No tienes ni idea
y será mejor que no lo sepas.
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Si la gente del pueblo
me viera hablando contigo,
:22:29
¿sabes qué ocurriría?
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Me lo recriminarían por una semana,
pero ¡qué bien me lo paso!
:22:37
Digo lo que quiero
y sólo oigo el sonido de tu cola.
:22:45
Además, la gente es muy rara.
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Sí, amigo mío. Incluso yo.
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Por ejemplo, si me preguntaras
:22:53
qué hago camino de Copenhague,
¿sabes una cosa?
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No sabría qué decirte.
:22:59
Venía dándole vueltas a la cabeza...
A lo que dijo Peter, a lo que dije yo.
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De repente, voy camino de Copenhague.
:23:07
¿Sabes otra cosa, amigo mío?
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Estoy un poco asustado.
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Copenhague es una gran ciudad.
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Pero ¿qué puede ocurrir?
:23:20
La gente es amable.
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Eso es lo bueno del mundo,
amigo mío: la gente.
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Así pues, ¿qué puede pasar?
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Cruzaré las puertas de la ciudad,
me acercaré a alguien y le diré:
:23:36
"¿Cómo está?
Soy Hans Christian Andersen".
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Cruzaré las puertas de la ciudad
y diré: "Soy Hans Christian Andersen".
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Soy Hans Christian Andersen
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Sé muchos cuentos
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Y aunque soy zapatero,
los cuento muy bien
:23:56
Te remendaré los zapatos y las botas
cuando tenga un momento libre