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Como dos policías con un criminal.
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Él lo asusta con la silla eléctrica
y tú le ofreces salvarlo si confiesa.
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Lo importante es que el pecador
confiesa y logra salvarse.
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- Pero eso ha sido ridículo.
- ¿De verdad importa el método?
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¿Quién es ese Elmer Gantry?
¿Qué sabes de él en realidad?
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¿Su pasado, su reputación?
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¿Qué quiere? ¿Dinero?
¿Mi puesto? ¿A ti? ¿Qué?
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En 1917, el Sr. Gantry fue expulsado
del seminario de teología de Kansas
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por seducir
a la hija del diácono en la iglesia
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en la que ese mismo día
había oficiado el sermón de Navidad.
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Aún hay más. ¿Quieres oírlo?
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Damas y caballeros,
una alfombra mágica.
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Un llamamiento del Cielo.
Un billete al Paraíso. Escuchen.
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"Les invito a reunirse
conmigo y con mi comisión
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para traer su obra evangelizadora
a Zenith, capital del Medio Oeste".
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"Respondan con un telegrama.
George F. Babbitt, secretario
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de la Cámara de Comercio,
presidente del Consejo de Cultos".
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Zenith.
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- No estamos listos.
- El Sr. Babbitt piensa que sí.
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Yo lo sé. Zenith.
Luego Chicago, Nueva York, Londres.
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Directos a la cima en el Expreso Falconer.
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- ¿En una carpa? Se reirán.
- De Shara no.
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Eso es palabrería.
¿Qué sabe de nuestra obra?
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La evangelización es rural.
Surgió en las fronteras.
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- Allí son más cínicos...
- También cometen más pecados.
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Están más solos, más infelices...
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Y la necesitan más.
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- Me opongo.
- Amigo, es usted un viejo amargado.
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- Es un pasaporte a la Tierra Prometida.
- Yo no soy su amigo.
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La ha engañado a ella,
pero a mí me da asco.
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Es usted un fanfarrón grosero y vulgar,
con un vocabulario digno de un gañán.