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Dos señores romanos importantes
en la colina.
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Te impresionas
demasiado fácilmente, Ramón.
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Para ti son importantes
porque son romanos.
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- Diles que me esperen.
- ¡Amo, no entiende!
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¿Qué tan importantes
pueden ser unos romanos?
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Uno de ellos
es Marco Licinio Craso.
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¿Qué? Espera un minuto.
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¿Craso está aquí? Tráeme
la toga roja con bellotas.
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Y pongan sillas en el atrio
y el segundo mejor vino.
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¡No! El mejor vino,
pero copas pequeñas.
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Graco. Craso lo odia mucho.
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Quítalo de aquí.
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- No puedo alzarlo.
- Usa la imaginación. ¡Cúbrelo!
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Dile a Marcelo
que prepare a los hombres.
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Craso querrá ver
un buen espectáculo.
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Discúlpame, Graco.
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Marco Licinio Craso.
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Su excelencia más noble.
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Primer general de la República.
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Padrey defensor de Roma.
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Hágale honor a mi hogar
y bendígalo con su presencia.
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¡Vino! ¡Dulces! ¿Acaso no ven
que sus altezas están agotadas?
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Tengan la bondad de sentarse.
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¿Pasa algo, Su Nobleza?
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Bienvenida, Dama Claudia María.
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Ex-esposa de Lucio Cayo Mario...
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cuya ejecución nos ha causado
mucha pena a todos.