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Aquí me encuentro realmente bien...
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Caballero...
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Si quiere visitar Donnafugata,
me gustaría ser su guía.
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- Podría mostrarle la casa del Barón Mutolo.
- ¡Para ya...estamos jugando!
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Han estado viviendo en Girgenti
durante 10 años...
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...su hijo fue secuestrado
por los bandoleros.
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- ¡Pobre gente! ¿Han tenido que
pagar para recuperarlo? - ¡No!
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No podían permitirse el lujo
de pagar lo que les exigían...
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Pero consiguieron que les
devolvieran a su hijo, aunque a plazos.
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¿A plazos?
¿Qué quiere usted decir?
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¡Si a plazos...ya sabe
cachito a cachito!
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Primero consiguieron el dedo
índice de la mano derecha....
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Aproximadamente una
semana después, el pie izquierdo.
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Y, en un cesto, entre
un buen manojo de higos...
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...¡porque era agosto,
consiguieron la cabeza finalmente!
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¡Francesco Paolo,
¡Para ya con esa historia!
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Yo no lo vi porque era un niño...
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Pero mi padre me lo ha contado.
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- ¡La policía Borbónica es inepta!
- Sin duda.
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Algo parecido paso
en mi pueblo también.
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Mi padre era supervisor.
Un trabajo peligroso, en esos casos.
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No sólo para él,
sino también para su familia.
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Este verano cuando nuestros Carabinieri
vengan, acabarán con esto.
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Contrariamente a lo que muchos dicen,
el respeto por la Iglesia se reavivará.