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...entonces los hombres sin ningún
escrúpulo como Sedara vendrán.
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Todo estará de
nuevo como al principio.
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Escuche a su corazón, Príncipe, no
a las verdades orgullosas que dijo.
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Príncipe, por favor, colabore.
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Usted es un señor, considero
un privilegio haberlo conocido.
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Tiene razón en todo.
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Pero no cuando dice que
los sicilianos quieren mejorar.
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Ellos nunca querrán, porque
piensan que ya son perfectos.
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Su vanidad es más fuerte
que su miseria.
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Por favor, tome asiento,
quiero decirle algo.
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Unos días antes de que Garibaldi viniera
a Palermo, algunos oficiales ingleses...
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..me pidieron que los subiera
a la terraza de mi casa...
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..desde donde se pueden ver
las montañas que rodean la ciudad.
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Ellos estaban extasiados con la vista,
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..pero me confesaron su asombro
por la pobreza de las calles.
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No intente explicarles,
como lo hago con Ud...
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...que una cosa
se deriva de la otra.
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Uno de los oficiales me preguntó:
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'' ¿Pero para que vienen
los Garibaldinos a Sicilia? ''
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Le dije: '' Vienen aquí para
enseñarnos cómo comportarse.
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¡Pero no tendrán éxito...
porque somos Dioses! ''
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Se rieron...
no entendieron nada.
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Es tarde, Caballero,
es casi la hora de cenar.