:06:00
Bueno, son órdenes del cardenal.
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Eso es muy cierto. Y cuando llama,
todos acudís corriendo, de día o de noche.
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¿Qué es ese hombre?
El hijo de un carnicero.
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Y un canciller de Inglaterra.
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Ése es su cargo, pero ¿qué es él?
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Creo, excelencia,
que si alguien sube tan alto y tan deprisa,
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hay que pensar que su origen
fue una equivocación.
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Al menos,
ésta era la opinión de Aristóteles.
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El hijo de un carnicero, se le nota.
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En eso tienes razón, se le nota.
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¿Qué era lo que decías, Richard?
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Nada, Sir Thomas, no venía a cuento.
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Wolsey sigue siendo un carnicero.
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Y tú eres miembro del Consejo del Rey,
no un mensajero.
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Por eso debo ir.
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El duque también iría
si el cardenal le llamara.
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Es posible.
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Volveré para desayunar.
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Vete a la cama.
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"Señor, concédenos el descanso de esta
noche y si hemos de estar despiertos...
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"Que sirva para la salvación de nuestra
alma. Por Cristo nuestro Señor. Amén."
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Y bendice a nuestro señor, el rey.
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- "Y bendice a nuestro señor, el rey."
- ¡Amén!
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Perdonen, caballeros.
Buenas noches, excelencia.
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Guárdate de Wolsey, Thomas.
Es un hombre asustado.
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- ¿Quién es ése?
- Un joven amigo de Cambridge.
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- ¿Qué quiere?
- Lo que todos. Un puesto.
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- ¿Puedes dárselo?
- ¿Le recomiendas tú?
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No.
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- Sir Thomas.
- No.
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- ¿Me habéis recomendado?
- No.