:25:03
- Oh, té, señor?
- Los trata bien? No!
:25:06
- Piensan mi mundo.
- Debieran estar aquí arriba entonces.
:25:09
- Té no.
- Rodando. Hacia Trípoli.
:25:12
Uh...
:25:14
- Vamos.
- Me preguntaba, señor, me lleva.
:25:17
Señor... yo...
:25:24
Rodando. Rodando.
:25:47
- Oh, dolerá, Flo.
- Maldición, maldición!
:25:53
Consígame otro vehículo.
Vamos, vamos, vamos.
:25:57
- Ah!
- Tomaré uno de los suyos. Vamos, vamos!
:26:04
- Vamos, vamos!
- Dónde ha estado?
:26:07
Salga. Vamos, vamos.
:26:10
Salga.
:26:13
Cuidándole los pies, no, chico?
Vea que no les falte té.
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Cosa curiosa, que, dele al soldado británico
mucho té, y morirá por ti.
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Por supuesto, Soy un poeta.
Yo espero cosas. Amo el desierto.
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Me tomó por un ignorante viejo traga fuego.
No. Yo duermo con el desierto.
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No es inusual. Palmotee una anca blanca en el
desierto y asustará a un inglés.
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El inglés ama el desierto.
:26:37
- Ud.?
- Trato, señor.
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Eh, yo toco el piano. No alardeo.
Solo un hecho, eso es todo. Clase trabajadora.
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Creo que debiera. Cuidar sus pies,
chico. No se les puede confiar sus pies.
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Pies y té y veras
que puedes hacer lo que quieras con él.
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Mantén la riendo firme con sus hábitos.
Los de un cerdo, mayormente.
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Pero incluso un cerdo tiene sus momentos.
Lleva el lazo azul. No desprecie a sus hombres.