:36:29
¿Permite Vuestra Majestad,
que despertemos al rey?
:36:32
- Ha dormido mucho.
- Está bien.
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Acércate y toca más alto.
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¡Ah, padre querido!
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Curación, en mis labios pon tu medicina,
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y que este beso repare
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las crueldades que mis dos hermanas
infligieron a tu reverencia.
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Aunque no fueras su padre,
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tu níveo cabello reclamaba compasión.
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Yo habría permitido que el perro de mi
enemigo pasara esa noche en mi casa.
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Y tú, pobre padre, tuviste que
guarecerte en una choza enmohecida.
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Se despierta. Habladle.