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...pero tenías...
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...que asegurarte de hallarlo antes de que
Lee lo confrontara con la tarjeta falsa.
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Así que me seguiste por haber insinuado...
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... que había dado con la clave.
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Después de mi sesión...
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... entraste a jugar el juego de Clinton
como si fuera el tuyo.
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Quizás si abriera la puerta
de la capilla un poco más...
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¿Por qué no?
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Entonces actuaste de ventrílocuo...
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...para Christine y para Lee.
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Debí recordar tu imitación de Clinton.
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¿Practicando señas
para el torneo de bridge?
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¿Cómo me haría sentir qué?
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Sabes demasiado para vivir.
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Qué conveniente para ti que Lee...
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...explotara.
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Pero qué inconveniente
que ella pensara con rapidez...
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...y lo arreglara todo
para hacerlo parecer un accidente.
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Estarías furioso. Así que...
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... re-arreglaste todo para que pareciera
un asesinato que parecía un accidente.
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Escogió la piedra correcta
que tú cambiaste por otra incorrecta.
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Apuesto que la piedra ensangrentada
está allí.
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Como estará también el cigarrillo
que Lee estaba fumando.
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Pero tú sabías que al día siguiente...
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...cuando hiciste
tu brillante investigación...
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...Lee asumiría
que había cometido el error.
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¿Qué mejor detective
que el propio criminal?
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El titubeo de cada conclusión,
de cada interpretación.
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Y tu pánico repentino
para proteger a tu esposa...
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...fue maravilloso.