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¡ Vete!
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Ciccio, por Dios.
Dije que te quedaras.
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Dime al menos por qué
viniste a Nápoles.
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Para que Ciccio conozca la
ciudad africana más nórdica.
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No bromees, Fausto. Sé que
se hablaron con Vincenzo.
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Pero no sabía que
vendrías. ¿Por qué?
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¿Cuál es la razón?
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Hay una razón, ya que
eres tan curiosa.
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No vine por nada.
Ahora basta, vete a casa.
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Sé buena, vete a casa y
déjame solo con Ciccio...
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...que tenemos mucho
de qué hablar. Vete.
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Fausto...
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Bonito vestido, Sara.
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Sí, bonito color, sobre todo.
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Es el color que
mejor te sienta.
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-También tú, Ciccio. -¿Sí?
-¿ Qué haces siempre detrás?
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Vé a ver el paisaje.
¡Anda!
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¡Basta con ese lamento!
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¿No puedes tocar
algo más alegre?
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Tengo valor, pero
también tanto miedo.