:36:01
¡Rápido!
:36:08
¿Necesita una mano?
:36:09
Uh... No, gracias. Ya tengo una.
Igualmente gracias.
:36:13
¡Un momento, señor!
:36:15
Conozco a todo el mundo aquí,
pero nunca había visto su cara antes.
:36:18
¿Puede identificarse?
:36:20
Sí. Soy el Dr Frederick Fronkonsteen,
recientemente llegado de América.
:36:24
¡Oh, sí, señor! Me dijeron que Ud estaba aquí.
:36:27
Bueno, yo soy el Alguacil Henry, señor.
Encantado de conocerlo.
:36:32
Qué agradable conocerlo, Alguacil.
:36:34
- Pero, está helado hasta los huesos, señor.
- Ooh!
:36:37
- Un fuego cálido es lo que necesita.
- Sí, sí.
:36:40
Una probadita de la vieja botella
tampoco vendría mal, ¿no señor?
:36:44
¡Así es, sí!
:36:46
Bueno, si tiene todo entre sus manos, señor,
le digo buenas noches.
:36:49
Muchas gracias, Alguacil.
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A sus órdenes, señor, siempre.
:36:56
- Buenas noches, Alguacil.
- Buenas noches, señor.
:37:16
Oh, ¡qué vista más aterradora!
:37:20
Qué noche profunda y respetuosa es esta.
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Con tal especimen para cuerpo,...
:37:27
..todo lo que necesitamos ahora es
un cerebro igualmente magnífico.
:37:34
- ¿Sabes qué hacer?
- Tengo una buena idea.
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Buen hombre.
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¿Acaso... acaso no la tenías
en el otro costado?
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- ¿Qué?
- Tu, uh...
:37:45
Oh, no importa.
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- ¿Tienes el nombre que te di?
- Lo he escrito.
:37:55
- H. Delbruck.
- Hans Delbruck.
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DEPOSITO DE CEREBROS