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Es un bastardo lujurioso, ¿no?
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Sra. Van Niekirk, me sorprende que
su amigo Shack no esté en la bañera.
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Ha compartido con él sus cucharas
y sus sábanas, ¿no?
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Una linda...
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...chica afrikaner como Ud.
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¿Por qué habría de estar en la bañera
con un extranjero y no con su esposo?
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- Dígame por qué, me interesa.
- Y a mí, ver su orden de cateo.
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Muéstrasela.
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¿Y los diamantes?
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Habla de los diamantes para financiar
la revolución negra de Xaba.
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Quizá no tenga sentido...
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...pero debe creer
que no sé nada de ningún diamante.
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Le creo.
Creo que no le dijeron nada.
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- No confían en los blancos.
- ¿No? Me pregunto por qué.
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No es así, señora. Ud. Y yo sabemos
exactamente por qué.
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Es la historia y no culpa nuestra.
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Somos una minoría cristiana
civilizada y debemos defendernos.
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Diamantes.
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750 mil libras esterlinas en
diamantes cristalinos y sin cortar.
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¿Sabe cuántos terroristas entrenados
por maoístas armaría con esa suma?
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¿Cuántos rifles de asalto, minas
y proyectiles puede comprar Wilby?
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¿Y sabe que a la primera
que matarán será a Ud.?
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A los reformistas que los ayudan...
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...porque así es como trabajan.
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¿Lo dejaron libre para que
los guiara a los diamantes?
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Sí. Y Ud., Sr. Keogh, mantendrá
sus ojos y oídos abiertos.
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Trabajará para nosotros.
¿Qué le parece?
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- La trampa más sucia.
- Exacto.
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Y con ella, compra su libertad.