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Siempre seré la misma chica.
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Aquella que tuvo tres
momentos de locura en su vida.
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Y el último, maravillosa locura,
fue conocerte a ti.
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Fuimos invitados a un concierto
en el patio de la casa de Du Bois.
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Éste era un excéntrico caballero
con inciertas inclinaciones amorosas...
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... tan inciertas como las
fronteras del ducado de Parma...
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... dividido entre españoles y franceses.
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Esa noche, dos civilizaciones,
dos opuestas concepciones de la vida...
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... sentadas cara a cara.
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Un antiguo proverbio dice:
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" ¿Qué es más ligero que una pluma?
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Las cenizas.
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¿Más ligero que la ceniza?
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El viento.
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¿Más ligero que el viento?
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La mujer.
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¿Y más ligero que la mujer?
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Nada."
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Ejercemos demasiado poder
sobre la mujer, demasiada tiranía...
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... y hacemos que eso
se acepte solo porque...
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... Ellas son más amables...
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... Más razonables...
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... Más humanas que el hombre.
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Esas cualidades que deberían
haberla hecho superior a nosotros...
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... son, sin embargo, las que la han
puesto a nuestra merced...
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... porque el hombre, de hecho,
es cien veces más irracional...
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... Más cruel y violento.
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Esta más inclinado,
por su naturaleza, a oprimir.
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Los besos de las mujeres
son como una copa de vino.
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Bebes y bebes y bebes...
Y finalmente sucumbes.
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Quien no habla mal de las mujeres,
es que no las ha amado.
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Porque para entenderlas y amarlas,
debes sufrir por ellas.
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Solo entonces y solo entonces...