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- Tengo que verla. Es imprescindible.
- Está prohibido.
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Venid conmigo.
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¡Por la rendija!
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Pimpinin, Valentin, Panedin...
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No debes hablar con desconocidos.
¡No conoces las infamias del mundo!
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Tienes razón. Detrás de una cara de cordero
puede haber un corazón negro.
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¿Te acuerdas de aquel invierno en Hungría?
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Lo que tuvimos que correr... Tú tienes las
piernas largas y de un paso llegas a donde sea,
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pero nuestras piernas
son cortas.
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¡Por suerte el elefante
le mató del susto!
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¡Muy bien, querida! Ya has terminado
de acostar a todas las muñecas.
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Quítate la ropa.
El baño está listo.
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- ¡Mi capa, se ha caído!
- ¡Maldición!
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¡Otro golpe como éste y
me conviertes en enano!
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¡Tinaja llena!
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¡Puedes venir, Angelina!
Está caliente.
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La noche pasada
me la pasé estornudando.
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¡Más despacio!
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Son las voces y los caprichos
de aquella que ayer era niña.
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Son las voces y los caprichos de aquella que ayer era niña.
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- ¡Quieta, quieta!
- No te muevas, Angelina.
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- ¡Cuidado, te he pisado el pelo!
- ¡Sí, y también mis pelotas!
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Canta, Angelina. Cántanos esa canción de
tu tierra que me trae la melancolía de la mía.