:33:03
¿Por qué nos asustamos...?
:33:05
Pues se llamaba ''Samara''.
:33:08
¿Para qué vino usted hasta aquí?
¿Para qué me buscaba?
:33:13
¿Qué necesita de mí?
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¿Tampoco se acuerda del lago?
¿Ni del perro acostado debajo del banco?
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Mijail Vasílievich, yo...
Usted me ha entendido mal.
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¿Ni de la niebla? ¿Se acuerda como ella
se retiraba, dejando ver la arena?
:33:33
Por favor...
Se lo pido, Mijail Vasílievich...
:34:11
¡Valga Dios! ¿Se imagina lo que hubiera
pasado si ella nos hubiera visto aquí?
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¡Dios mío! ¡Tenga piedad de mí!
Se lo pido, tenga piedad de mí.
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Nuestro pasado fue hermoso,
a menudo lo recuerdo y...
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Pero comprenda...
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Yo... no deploro nada y...
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Lo recuerdo a usted con frecuencia.
Siempre lo voy a recordar.
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Pero, solamente como era entonces,
a aquél Mijailito.
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Con su sombrero de pajilla, el fajo de
libros y los bolsillos llenos de tabaco.