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Dora Siete, un Cabo Primera
y cinco hombres, sin novedad.
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Gracias.
Descanse, Lankes.
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Ya ve, mi capitán.
Sin novedad especial.
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Aquí nunca pasa nada.
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Los eternos cambios de la marea.
El espectáculo de la naturaleza.
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Precisamente eso es
lo que acaba con mis hombres.
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Por eso construimos
bunker tras bunker.
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Así que mi Teniente
cree en el hormigón...
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Aquí ya no creemos en nada.
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- ¿No es verdad, Cabo?
- Lo que Vd. diga, mi Teniente.
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Pero construyen con hormigón.
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¡Oscar, guarda quant"è bello il mare!
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¡Piano!
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¡Piano!
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¡Grazie mille, Signor Soldato!
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¡Bravo! ¡Bravo!
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¡Bravo!
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¡Qué bien,
una merienda al aire libre!
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¡La naturaleza abre el apetito!
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¿Cómo nos disponemos?
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¡El gramófono!
¡Ahora ya podemos tener música!
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¡Salchichón auténtico de Hungría!
¡Qué maravilla!
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¡Y chocolate de Holanda!
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Bueno señores,
buen apetito para todos.
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¡Vamos a poner la mesa!
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¡Salmón de los fiordos noruegos!
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¡Qué alegría!
¡Ecco!
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¡Adelante, amigos
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¿Por dónde empezamos?
¿Por la mermelada de Ciudad del Cabo?
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¡Por el caviar, naturalmente!
¡De Stalingrado, exquisito!