:37:10
Aquí tengo uno.
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Y aquí.
:37:15
Y en la espalda. ¿Lo ve?
:37:20
Aquí.
:37:25
- ¿Y en los muslos?
- Ah, sí.
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Aquí.
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Y aquí.
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¿Cómo se hizo
los cardenales de los tobillos?
:37:43
Muchas gracias, Sra. Hilliard.
Puede irse.
:37:50
Carla, bájese y póngase cómoda.
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Explíqueme los
cardenales de los tobillos.
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No estoy segura.
Sentí como si me agarraran las piernas.
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Como si lo estuvieran ayudando.
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¿Insinúa que no estaba solo?
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Sentí como si hubiera
alguien en cada pierna.
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Entiendo.
¿Insinúa que había dos más como él?
:38:20
Supongo. Pero parecían más pequeños.
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¿Como niños?
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- No eran niños. Tenían mucha fuerza.
- ¿Enanos?
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No sé lo que eran.
No los vi. Los sentí.
:38:35
Pero los mordiscos y cardenales
son de verdad, ¿no?
:38:38
Sí, sin duda. Los mordiscos
y cardenales son reales.
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El dolor es real.
Y sus sentimientos, también.
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No, no. Están en partes
donde yo no me puedo morder.
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He visto casos de histeria que provocan
sarpullidos, causado ceguera y sordera.
:38:59
- ¿Han desvelado algo las pruebas?
- Sí.