Camille Claudel
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Hago lo que el señor Rodin hace.
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¿ Qué hace el señor Rodin?
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Esto podría sorprenderle,
pero por poco me convierto en monje.

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Era joven.
Mi hermana mayor...

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María, a quien yo adoraba...
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se convirtió en monja...
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después de una promesa de matrimonio
fallida.

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Murió de pena.
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Después de su muerte,
entré al monasterio.

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Comencé a llevar su vida.
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Para mi sorpresa, mi confesor
me pidió que hiciera un busto de él.

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Al hacerme esculpir,
me devolvió a la vida.

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A mi vida, quiero decir.
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Es un milagro...
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que reconociera la diferencia
entre el dolor y la vocación.

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Sin duda.
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Creo que yo habría hecho lo mismo.
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¿Tú?
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¿Te convertirías en monja?
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Dejaría de esculpir.
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Qué orgullo.
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¿De quién lo heredaste?
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Camille no es orgullosa.
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Lo que pasa
es que no se conforma con menos...

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de lo que cree que merece.
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Cuando es violenta...
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es sólo porque es apasionada.
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Cuando era niña...
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solía moldear esqueletos humanos
del barro.

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Luego los cocinaba en el horno.
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Y se olvidaba de comer y de dormir.
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Era sorprendente.
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Cuando ella es susceptible...
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es porque es inflexible.
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Seguramente el señor Rodin
se habrá dado cuenta.

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¿No es así, señor Rodin?
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Ah, el temperamento.
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¿De dónde sacamos el temperamento?

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