Henry V
anterior.
reproducción.
marcadores.
siguiente.

:35:05
de Brabante y de Orleáns, partirán.
Y vos, Príncipe Delfín.

:35:11
Mi muy temido padre,
:35:13
es muy apropiado que nos armemos
contra el enemigo,

:35:17
porque la paz no debería embotar
a un reino,

:35:20
sino que defensas,
asambleas y preparativos

:35:22
deberían mantenerse, reunirse y realizarse
:35:24
como si hubiese una guerra en expectativa.
:35:26
Así pues, digo que conviene
que vayamos a ver

:35:29
las partes débiles y enfermas de Francia.
:35:32
Y que lo hagamos sin muestra de temor;
:35:35
no con más que si supiésemos
que Inglaterra estuviese ocupada en

:35:39
¡un baile de Pentecostés!
Porque, mi buen Señor,

:35:42
está tan ociosamente gobernada
por joven tan vano,

:35:44
alocado y caprichoso
que no puede inspirar temor.

:35:47
¡Oh, cuidado, Príncipe Delfín!
:35:49
Estáis muy equivocado con este Rey.
:35:52
Pregunte Vuestra Gracia
a los últimos embajadores

:35:55
con qué gran orgullo escuchó su embajada,
:35:58
qué bien provisto estaba
de nobles consejeros,

:36:01
qué moderado es en la ofensa
:36:04
y, al tiempo, qué terrible en
la resolución constante.

:36:12
No es así, milord Condestable,
:36:16
aunque pensásemos que lo es, no importa.
En defensa,

:36:18
mejor suponer al enemigo
más poderoso de lo que parece.

:36:21
Creamos fuerte al Rey Harry
:36:26
y, príncipes, armaos sólidamente
para recibirle,

:36:32
porque desciende de esa raza sanguinaria
:36:35
que nos ha perseguido
en nuestros senderos familiares.

:36:38
Testigo fue nuestra demasiado
evocada vergüenza,

:36:42
cuando la batalla de Cressy fue librada
:36:46
y todos nuestros príncipes capturados
:36:49
a manos de aquel nombre siniestro,
:36:52
Eduardo,
:36:55
Príncipe Negro de Gales.

anterior.
siguiente.