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¿De acuerdo?
La puerta se ha abierto.
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Todo comenzó una noche
durante la fiesta de Otto Kline.
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Era una de las extravagantes
fiestas de disfraces de Otto.
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Roman no quería ir.
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Margaret estaba convencida
de que sucedía algo malo.
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Pero Roman decía
que todo iba pefrectamente.
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Bienvenidos, mis queridos amigos.
¡Que comience la fiesta!
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¡Margaret, querida!
:58:52
- Estás encantadora.
- Muy bella y hermosa.
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Strauss, maldito alemán.
Aquí estás.
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- ¿ Qué tal estás?
- Perdona.
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Desde luego, me encanta lo que haces.
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- ¡Otto, me encanta tu disfraz!
- Qué suerte tengo.
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- ¿Podemos hablar en privado?
- Claro. ¿ Qué te ronda por la cabeza?
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- Necesito dinero.
- ¿Tú?
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- Te he ofrecido trabajo.
- No puedo escribir música para cine.
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Lo intenté una vez. Y tú mismo
me dijiste que no era bueno.
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No, te dije que era demasiado bueno
para aquella maldita película.
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No importa. He transformado
la biblioteca en una sala de música.
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Si pudiera acabar mi ópera,
sé que cambiarían las cosas.
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- Aquí estás, chico malo.
- ¡Querida!
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- Un vermouth seco, por favor.
- Qué coincidencia.
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Sr. Baker.
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- Sra. Strauss.
- ¿ Qué tal está?
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- ¿Todavía echa de menos la guerra?
- La verdad es que sí.