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Por hablar de la fortuna del hombre...
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...mi abuela tuvo una
vida terrible.
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En casa, no podía llevarse
bien con mi madrastra.
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Su primer marido tuvo un hijo.
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Se fue a los hornos de ladrillo
en Hatavu para vivir con él.
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Quién iba a saber que...
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...justo después de celebrar
mi cumpleaños...
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...desarrollaría una hernia.
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Le llevaron al hospital en Taipei
para una operación.
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Entró por su propio pie,
pero le sacaron tumbado,
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...¡muerto!
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Después del funeral, se fue a vivir
con el nieto de su marido.
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Y sabes qué,
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...en una semana,
¡el nieto estaba muerto!
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Después de que muriese, mi abuela
todavía podía ver las cosas claras.
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Así que se fue a vivir
con su hija.
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Su hija tenía una niña adoptada...
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...que era fuerte como
un cubo de cemento.
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Pero tres días después
de la llegada de mi abuela...
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...incluso el cubo de cemento
sintió desmoronarse.
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Mi tía estaba tan asustada...
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...que acompañó a mi abuela
de vuelta a casa de mi padre.
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¡Dos días después de llegar a casa,
mi madrastra cayó enferma!
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Mi padre estaba tan asustado...
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...que inmediatamente me escribió
a las colinas.
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Me apresuré a casa y pregunté
cuál era el trato.
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Él dijo, "De ahora en adelante, el
dinero que ganes es tuyo para gastártelo".
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"¿Qué pasa? ¿Por qué
ha cambiado de repente?"
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Porque normalmente todo el dinero
que ganaba era para él.
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Y le pregunte, "¿Por qué?"
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Él dijo, "De ahora en adelante,
quédate con tu dinero".
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"Todo lo que tienes que hacer es
llevarte a tu abuela a las colinas...
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...y cuidar de ella".
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Pensé, "No es un mal trato".
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Con el dinero que estaba haciendo...
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...no sería dificil mantener
a mi abuela.