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¿Está equivocado
este señor?
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Sí, está diciendo tonterías.
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- ¿Puedo hacerle una pregunta?
- Por supuesto.
:04:09
¿Se le puede extraer
el aguijón a este animal?
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¡No tiene aguijón,
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amigo mío!
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¡No es ni una avispa,
ni un escorpión!
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- ¿Una serpiente no tiene aguijón?
- ¡No, tiene dientes!
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- ¿Dientes venenosos?
- ¡Por supuesto!
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Ahora que ya saben
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que la serpiente
tiene dientes venenosos,
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saben también que todas
estas serpientes son venenosas.
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Así que, con su permiso,
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voy a recitarles un poema
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mientras saco
la serpiente cornuda.
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Les enseñaré sus cuernos
a quienes quieran verlos.
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¡Vamos!
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Pero los cuernos de una serpiente
no son los de un ciervo.
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Ni los de un ciervo,
ni los de una cabra.
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Son como dos granos de arroz
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de ambos lados
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de su cabeza, y los llaman
los cuernos de la serpiente.
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Mamá, déjame comprar uno...
Volveré en seguida.
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He dicho que no.
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- No cierres.
- Demasiado tarde.
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- ¿Adónde vas?
- A comprarle jabón a papá.
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- Por favor, déjame comprarlo.
- He dicho que no.