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Reverendo.
Soy el reverendo Pauley.
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Sí, ¿ cómo estás? Rita Veder,
¿ cómo está mi chica?
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He estado intranquila
por un caso en el que trabajo.
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- lntranquila, sí.
- He tenido...
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unas sensaciones extrañas.
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Sentía que necesitaba hablar
con alguien en quien confiase.
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Has venido al lugar adecuado.
lntranquila y con pesadillas...
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- Y también oigo voces.
- Oyes voces.
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- Sí, dentro de mi cabeza.
- ¿En la cabeza?
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En serio. ¿ Cree que tiene
algún sentido? ¿Es posible?
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Te sorprenderías
de lo que es posible.
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Tengo miedo de acabar como mi madre,
miedo de estar perdiendo el juicio.
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Temes volverte loca. Es bueno.
Es bueno que lo exteriorices.
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Temes volverte loca, debes hablarlo.
Necesitas una vía de escape.
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- Lo libero en mis pinturas.
- ¿Pintas?
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- Sí.
- Pintar es bueno.
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Cuando era joven
solía pintar...
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¡Reverendo Pauley!
Venga. Todos le esperan.
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- No sé si ahora es buen momento...
- Adelante.
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El Señor no espera por nadie.
Meta su culo dentro.
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¡Ahora no es buen momento!
:43:24
¡Malditos seáis!
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¿ Qué ha dicho?
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¡Malditos seáis
si no glorificáis la obra del Señor!
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Fuera hace una noche estupenda.
Daremos el sermón en el jardín.
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Vamos, hermana. ¡Malditos!
Mierda. Discúlpame.
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¿Podéis bajar un poquito
la voz, por favor?
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Hermanos y hermanas,
silencio. Gracias.
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Venimos aquí una y otra vez
y siempre hablamos de lo mismo.