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Tiene pocas espinas,
la pillarán enseguida.
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Yo, en el 44,...
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...tenía 14 años,
pero sabes,...
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...dos meses en el campo
y envejecías diez años.
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Los hombres y las mujeres
estaban separados, pero...
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...a veces veías a alguno.
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Teníamos suerte...
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...de nos ser judíos,...
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...porque los judíos
no llegaban a instalarse.
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Sólo estaban de paso.
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Pero éramos rojos, no había
prisa para eliminarnos.
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Así que cogimos unos hábitos.
Y uno de ellos...
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...era follar.
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Hacer el amor
nos hacía fuertes.
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Es como soñar.
Nadie puede quitarte eso.
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Nadie podía impedir
que hiciéramos el amor.
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No había que dejarse ver,
nada más.
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Lo hacíamos
en cualquier sitio,...
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...en el lodo,...
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...de pie,...
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...contra lo que fuese,...
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...incluso las alambradas.
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Bastaba con poner una manta.
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De día, de noche,
a la más mínima oportunidad.
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Lo importante
era no quedarse embarazada.
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Entonces perdías tu fuerza...
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...y los débiles...
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...no regresaban.
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Hacíamos el amor por placer,...
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...para saber
que nos quedaba esa libertad.
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Sé que sin eso,
me hubiese rendido.
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Me habría quedado allí.
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¡Marius!
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- ¡Marius!
- ¿Quién es?
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¿Cómo que quién es?
¿No me conoces? ¡Soy yo!
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- Sí, pero no te esperaba.
- Estás sordo como una tapia.
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Como sigas así, necesitarás
un perro guardián.
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¿Qué haces aquí?
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Quiero hablar contigo.
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¿Es para los fantasmas?