:17:11
Hombre, eres un cabrón loco.
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- ¿Qué apesta aquí?
- Huele a muerto.
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- Revisa tus botas.
- No soy yo.
:17:18
- Huele a condenado abono aquí.
- Tal vez se cayó el retrete.
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- ¿ Puedo servirles café, muchachos?
- ¿A quién le hablas?
:17:24
- A ti, perra.
- Mejor maricón que muerto, infeliz.
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¡Vete al carajo! Tu jefe nos dio
quince galones menos de efedrina.
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¿Por qué no van a discutir afuera,
muchachos?
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Ya oyeron al alguacil del pueblo.
Es mejor que se muevan, caballeros.
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- ¡Cállate, carajo!
- ¡Cállate, desgraciado!
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- Sal de aquí, carajo.
- ¿Quieres obligarme?
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- No hay necesidad de ser rudo.
- Sal de mi camino, carajo.
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- Ah, dispárame.
- Sal de mi camino.
:17:45
Saluda a tu esposa
y a mis hijos de mi parte.
:17:47
Vete al carajo, infeliz.
:17:54
- ¿Qué desean?
- Vamos, Rhonda.
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Tú sabes que nos gusta
que Dottie tome nuestra orden.
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Dottie la tetona.
Tú tienes tetas bonitas... sin ofensa...
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pero las de ella son
más grandes y más firmes.
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Y la gente dice
que tú no eres sensible, Jessie.
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Claro que lo soy. Especialmente
en la puntita de mi verga.
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- No le hables así a Rhonda.
- ¿ Tú se lo impedirás, Pop?
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Oye, cariño, ¿tal vez viste algo...
:18:24
que te puede haber enfadado o algo así?
:18:26
No. Estoy bien.
:18:29
De veras. ¿Estás segura?
:18:32
Estoy bien.
:18:34
Ni siquiera me mira a los ojos.
:18:43
Johnny.
:18:46
John...
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- Seisdedos.
- Buenos días.
:18:54
- Seisdedos.
- Buenos días.
:18:56
¿Cómo me encontraste?