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buen provecho
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poco a poco me vino la idea de que toda esa gente
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hombres o mujeres
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no estaban en absoluto trastornados
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simplemente les faltaba amor
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sus gestos, sus actitudes
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su mímica delataba una sed desgarradora de contacto físico y caricias
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naturalmente, aquello no era posible
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a lo largo de las semanas creció en mí la convicción de que yo estaba allí para cumplir plan establecido
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un poco como en los Evangelios
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Cristo cumple lo que habían anunciado los profetas
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al mismo tiempo se desarrollaba mi intuición que esa estancia
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sólo era el primero
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de una sucesión de internamientos cada vez más largos
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en establecimientos psiquiátricos cada vez más cerrados y duros
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esta perspectiva me entristecía profundamente
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Bernadette, cálmese, pare!
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Bruno, Daniel!!
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levántese, señor Rhôdez levántese, levántese
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señora, señora, señora