:05:04
Por fortuna, por decir algo, porque
con el anestesista tampoco tuve...
:05:08
- Mucha suerte.
- ¿Tuvo problemas con éI?
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No, era encantador, y parecía tan
enamorado que le hubiera seguido...
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hasta el fin del mundo, pero sólo
fuimos hasta Limoges.
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Es curloso, ¿no? Cómo la gente
puede parecer colada por ti...
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cuando no lo está. Debe de ser fácil
fingirlo.
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Me decía que le hacía el mismo
efecto que un cointreau.
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Pero se cansó rápido del cointreau y
se fue a Ilamar por teléfono.
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- ¿A quién?
- No lo supe porque desapareció.
:05:44
Estábamos en un restaurante, y yo
no sabía que había otra salida, y...
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me quedé esperando hasta que
cerraron.
:05:52
El dueño vivía encima. Olía un poco
a fritura, pero tenía las manos...
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delicadas y suaves. Las manos
engañan, te hacen creer cualquier...
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cosa. Así es como empecé a
trabajar. Me contrató de relaclones...
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públicas en su restaurante.
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- ¿En qué consistía su trabajo?
- AI principlo, tenía que recibir...
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y sonreír a todo el mundo... No me
daría un infarto con ese trabajo...
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pero una sonríe y la gente se
equivoca, y en Limoges hay...
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tantos hombres que se sienten
solos... Desde fuera no te das...
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cuenta. El juez me dijo que era una
de las zonas de Francia con más...
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- Personas deprimidas.
- ¿Qué juez, Adèle?
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El que se encargó de mi caso cuando
cerró el restaurante, por el tema de...
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las relaclones públicas. ÉI también
era depresivo.
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Pero fue igual, tampoco se ocupó de
mí mucho tiempo. Ni 15 minutos.
:06:45
En una habitación de hotel, sin
almohada, sin tele, sin cortinas...
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Creo que no era mala persona. Al
verme los ojos rojos de tanto Ilorar...
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me ofreció su pañuelo y se marchó.