:42:01
Y oirás siempre el mismo sonido
cavernoso y hueco:
:42:05
""¡Lleva el demonio en el cuerpo!""
:42:09
""¡Lleva el demonio en el cuerpo!""
:42:14
Y clamando, y como quien blasfema,
:42:18
levanta los brazos,
alza tus manos al cielo:
:42:24
¡Él nos ha abandonado!
:42:27
¡Él nos ha abandonado!
:42:37
Tápate los oídos, Pedro,
tápate los oídos.
:42:40
¡Mete tus dedos en el hueco!
:43:43
Y después de tanta lamentación,
:43:47
de tanto llanto
y rechinar de dientes...
:43:50
ve derecho al armario,
:43:53
abre sus puertas...
:43:55
y busca las viejas sábanas de lino
guardadas con tanto esmero.