Eight Crazy Nights
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hasta que cumplió 18 años.
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Oh, Dios. Pobre, pobre muchacho.
¡En nombre del cielo! ¿Qué hiciste?

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Dejemos de hablar de esto.
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El no sabía como manejarlo.
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Y, ¿qué chico de 12 años sabría hacerlo?
El, básicamente, cayó.

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Davey, lo lamento tanto.
No sé que decir.

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No hay nada que decir.
Mis padres están muertos.

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Feliz Jánuca.
Ahora, déjame solo.

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Esta es la historia mas triste
que he escuchado.

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Me voy de aquí.
No necesito esta basura de compasión.

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Quizás es tiempo de que dejes de
evadir tus emociones.

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No estoy haciendo eso.
Esto evitando a dos bebés llorones...

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que no quieren dejar de hablar
de algo que no es de su incumbencia.

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Sabes, he leído recientemente en el
"Reader's Digest"...

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que las personas que se permiten
llorar cuando algo les hace daño...

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son mas fuertes que
las personas...

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que tratan de no demostrar
su dolor.

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¿Leíste acerca de un
árbitro deforme que pasó 35 años...

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tratando de ganar un estúpido
premio...

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y así poder pretender que
le cae bien a la gente?

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¿En qué mes fue eso?
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Retira lo dicho.
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Si existiera un premio para mellizos
que parecen fenómenos...

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y por los que nadie da un comino,
Uds. dos definitivamente ganarían.

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¡Pero esa cosa del premio nunca
te sucederá...

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porque la verdad es que nadie en
este pueblo sabe que existes!

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Eres un animal.
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¡Y tú eres calva!
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¡Otra vez, no!

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