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Dios mío, Dobel.
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Cualquiera de esos tipos podría
haberte dado una flor de paliza.
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¿Es tan importante que insistas?
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La vida es injusta.
Tú mismo lo dijiste.
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Esos tipos tienen músculos y nosotros
estamos dotados de inteligencia.
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Más tarde, en la tranquilidad
y seguridad de un café,
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podemos escribir una sátira
mordaz, exponer todas las manías
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y reírnos mucho. Dos imbéciles.
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Pero mientras tanto,
ellos tienen los bíceps.
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¿Qué haces?
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¿Por qué estacionas?
Dobel, ¿qué haces?
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¿Por qué regresamos aquí?
¿Para qué es eso? ¡Dobel!
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¡Dios mío! ¡Dobel!
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Dobel, ¡vamos! Dios mío.
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¡Estás loco! ¡Totalmente loco!
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Arranca el auto.
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¿Qué haces?
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Tuve sentimientos
encontrados todo el día.
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Por un lado, estaba convencido de que
Dobel era un loco total y un psicótico.
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Por el otro, tenía cierto tipo
de admiración rara hacia él.
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Podría haberme
escabullido, intimidado.
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Pero él no hubiera dejado la injusticia
sin ser cuestionada. Se resistió.
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Siempre hay gente que se resistirá.
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Y, como dice él, el tema
es siempre el fascismo.
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LIBERTAD PARA DECIR NO. TORTURA.
¿CÓMO REACCIONARÍA YO? MAL.
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DOBEL DICE QUE LOS CRÍMENES
DE LOS NAZIS FUERON TAN GRANDES