:02:51
Naturalmente, a Nadi
:02:53
le pareció una idea maravillosa
:02:56
lo de talar los árboles
de nuestra casa del Caspio,
:03:01
para ver el mar ante nosotros,
:03:03
y llegar hasta el infinito
con los ojos
:03:08
y verlo siempre.
:03:13
Pero entonces,
:03:14
nuestra vida corrió
la misma suerte que los árboles,
:03:18
cuando los ayatolás
arrancaron el alma a nuestro país.
:03:26
Bueno, ya basta.
:03:30
Hoy no es un día para los viejos,
sino para los jóvenes.
:03:34
Por el futuro.
:03:35
Por nuestra Soraya. Que sea
tan feliz esposa como novia.
:03:40
Y a poder ser,
:03:43
que no olvide a sus pobres padres
demasiado pronto
:03:46
y venga a vernos
y nos dé muchos nietos.
:03:53
Un padre puede soñar.