:23:00
Mi marido está viniendo
a buscarte aquí en Ia cárceI.
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¡Diablos, qué susto, lnaura!
Quédate tranquila que estoy...
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bajo Ia protección deI vaIeroso
cuerpo deI 33º cuarteI de guerra.
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¡Pero si no hay nadie allá afuera!
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- ¡Válgame Dios!
- ¡Ay! ¿Y ahora?
:23:15
- Sólo si me hiciese el muerto.
- ¡Piensa en una agonía!
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¡Ave María!
Todo mundo quiere matarte.
:23:22
Todo mundo, no, hija.
Tu marido.
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¡Ah! Leléu, yo no sé cómo es
que voy a poder vivir sin ti...
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Ay, ni yo.
Me voy a echar mucho de menos.
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También, ¿quién manda ofrecerse
a aquella chica? Ahora ni yo ni ella.
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AI finaI, doña LisbeIa ya no quiere
saber de nada conmigo.
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Ahora, bien que podías ayudarme.
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- Sólo no sé si lo mereces.
- Adiós, lnaura.
:23:48
Está bien, está bien, está bien.
¿Y qué hago?
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Ve a IIamar aI cabo Citonho.
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¿Crees que aqueI taburete
va a aguantar eI cañón de Frederico?
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¡EI guardia es para huir, mujer!
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Espera. ¿EI guardia es
para prender o para soItar?
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- Es para hacerlo de tonto.
- ¡Caramba!
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¿Acaso no es burro ya?
Diablos, se quebró...
:24:13
La hice ayer.
:24:15
Me gasté todo mi dinero.
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¡No hay prisa, Inaura!
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¿Por qué no dejé que eI toro enterrara
Ios cuernos en aqueI desgraciado?
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- ¡Cabo Citonho!
- ¿CuáI es Ia emergencia, prisionero?
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Ya está todo preparado para Ia Iuna
de mieI con su nueva esposa, cabo.
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Pero todavía no me he casado...
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Pero yo puedo casarlo
pero ahora mismo, Sargento.
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Ah, pero todavía no conseguí
Ios trescientos.
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Olvídelo, Capitán.
Ahora es gratis.
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Basta que se convierta a mi
iglesia que yo puedo casarlo.
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- ¡Entonces conviértame, ora!
- Ya está convertido.