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OBLIGACIONES MONSTRUOSAS
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Podríamos asumir
que todos los seres humanos,
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los de verdad,
no las corporaciones
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sino los humanos
de carne y hueso
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son personas morales.
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Tenemos los mismos genes,
somos casi iguales
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pero nuestra naturaleza,
la de los seres humanos,
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permite cualquier tipo
de comportamiento.
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Todos nosotros,
bajo ciertas circunstancias,
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podríamos operar una cámara
de gas o ser santos.
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Ningún trabajo, en mi
experiencia con Goodyear,
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ha sido tan frustrante
como el de presidente.
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Aunque la percepción
es que uno tiene poder
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para hacer lo que quiera,
en realidad no lo tiene.
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Si uno tuviera luz verde
y pudiera hacer lo que quisiera,
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algo acorde con lo que uno
piensa o con sus prioridades,
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actuaría diferente,
pero como presidente no puede.
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Los despidos
ya son tan comunes,
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que la gente piensa
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que los presidentes
toman esas decisiones
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sin considerar
las repercusiones en la gente.
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Nunca es una decisión que
un presidente toma a la ligera,
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Es una decisión difícil.
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pero es la consecuencia
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del capitalismo moderno.
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Tanto en una corporación como
como en la trata de esclavos
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se debe distinguir
a la institución del individuo.
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La esclavitud
y otras formas de tiranía
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son monstruosas,
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pero los individuos
que participan en ella
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pueden ser seres maravillosos:
bondadosos, amigables,
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buenos con sus hijos,
hasta buenos con sus esclavos,
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Interesados en otras personas.