:25:15
Se acabó.
:25:18
Once kilómetros.
:25:20
¡Cielos! ¿No te fascina correr?
:25:23
Sí.
:25:25
Es lo más intoxicante que existe.
:25:27
¡Exactamente!
:25:29
Es como si estuvieras en un lugar
en el que nada malo puede ocurrir.
:25:33
Sientes que si te esfuerzas
un poco más, si sigues moviéndote...
:25:37
Nada puede ocurrirte.
:25:41
Claro que las endorfinas
no hacen ningún daño.
:25:49
- ¿Tami se está sintiendo bien?
- Sí.
:25:51
¿Ella también va a ser bastonera?
:25:53
No sabemos todavía. Tal vez
sólo tenga que sostener la bandera.
:25:56
Cariño, ¿por qué no damos las gracias
antes de comenzar a cenar?
:26:00
- Me encantaría.
- Bien.
:26:04
Bendice, Señor, estos alimentos
que hemos recibido...
:26:08
...de Tu bondad a través de Cristo.
:26:11
- Amén. A comer.
- Se ve delicioso.
:26:14
- Yo contesto.
- Déjalo.
:26:16
Nunca contestamos
el teléfono durante la cena.
:26:18
Excepto aquella vez. Cuenten
la historia de cómo se conocieron.
:26:23
¡La hemos contado tantas veces!
:26:24
- ¿Quieres contarla?
- No, yo no quiero contarla.
:26:26
- ¿Quieres que la cuente?
- Bien.
:26:27
- Marqué el número equivocado.
- Y yo contesté.
:26:30
- Pero Lydia contestó.
- Durante la cena.
:26:31
Sólo esa vez.
:26:33
Y Lydia aceptó salir
con un perfecto desconocido.
:26:36
- ¿No ocurrió así?
- ¡Vamos! ¡No es cierto!
:26:39
- ¡Así sucedió exactamente!
- Fuimos a jugar bolos. Fue tan divertido.
:26:43
- ¿Recuerdas que anotaste un dos?
- Un dos es un mal resultado.
:26:46
Por lo menos no se me atoró
la bola en el dedo.
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El agua del excusado es azul.
:26:50
- ¿Azul?
- Sí, mamá, azul.
:26:53
Por cierto, ¿papá no odia los bolos?
:26:55
- ¿Los bolos?
- Ha estado jugando bolos.
:26:57
- Y da la bendición.
- ¿La bendición?