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Ven acá, nena.
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Perdóname.
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- Tengo que casarme.
- Está bien.
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Lo siento.
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Puede continuar.
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Queridos concurrentes...
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...nos hemos reunido aquí,
en presencia de Dios y estos testigos...
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...para celebrar la unión
entre este hombre y esta mujer...
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...en sagrado matrimonio.
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No hay obligación en la Tierra
que sea más dulce o más tierna que...
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Sería sencillo decir que los pantalones
cambiaron todo ese verano.
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Pero en retrospectiva...
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...creo que nuestra
vida cambió porque tenía que ser así.
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Y la verdadera magia de los pantalones
fue ser testigos de ello...
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...y de alguna manera
mantenernos juntas...
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...cuando sentíamos que nada
volvería a ser lo mismo.
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Algunos aspectos nunca lo serían.
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Pero ahora sabíamos
que no importaba cuán...
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...lejos nos llevaran
nuestros distintos senderos...
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...de alguna manera encontraríamos
siempre el camino hacia las demás.
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Y con eso podemos
enfrentar cualquier cosa.
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Por nosotras. Por quienes fuimos,
por quienes somos.
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Y por quienes seremos.
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Por los pantalones...
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Y la hermandad...
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Por este momento
y el resto de nuestras vidas.
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Juntas y separadas.