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Les presento a...
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César Enrico Bandello.
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Pequeño César, ¿eh?
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Sí, claro.
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El Faisán
de Bronce
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¿De dónde sacaste
al bailarín nuevo, DeVoss?
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Lo trajo Olga hace unos días.
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No baila nada mal.
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- Baila bien.
- Ya lo creo.
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Conseguí como compañero a un verdadero
bailarín, ¿no, Sr. DeVoss?
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Los impactaremos
después de algunos ensayos.
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No estás tratando
de vendérmelo, ¿verdad, Olga?
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Joven, creo que 100 por semana
debería interesarlo.
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Más de lo que suelo
ofrecer para empezar.
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Me parece bien, aunque no alcance
para una limusina.
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Gracias, Sr. DeVoss.
Nunca se arrepentirá.
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Vamos, Joey.
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A partir de ahora, seremos tú y yo.
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Me alegro.
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Y no me avergüenza decírtelo.
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Creo que ya sabes
lo que siento por ti.
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Te parece bien, ¿no?
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¿O tienes otra chica?
Me refiero a una novia fija.
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Cientos de ellas. Sólo que...
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Sólo que,
¿cuál es la diferencia?
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Esto será en serio.
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- Haremos que valga la pena.
- Sí, Joey, hagámoslo.
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Porque necesito a alguien.
Alguien como tú.
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Muchísimo.