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Y usted se dirá:
"No es mi culpa si se mueren de hambre."
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- La culpa es del periódico.
- ¿Y no lo es?
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No es mi culpa. Fue mi error.
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Y toda mi vida tendré que vivir sabiendo...
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que por mi culpa destrocé
la vida de 500 personas.
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Eso me preocupa, señorita Allenbury.
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Esas pobres e infelices personas.
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Creo que no deberían sufrir por...
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Tiene razón,
no deberían sufrir por su culpa.
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Señorita, gracias.
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Sabía que usted entendería.
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- Hay que encargarnos de ellos.
- Dios la recompensará por esto.
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Y a usted, por habérmelo hecho notar.
Yo misma me encargaré...
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de que los $5 millones sean depositados
en un banco para todos ellos.
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¿Quiere usted decir
que continuará con el caso?
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Oh, tengo que cobrar los $5 millones.
Ahora tengo que insistir más.
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Tengo otro motivo.
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Pero el periódico. Píenselo, sería la ruina.
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Sí, lo sé, usted dijo
que eso era secundario.
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Lo más importante son esas 500 personas.
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Sí, es cierto. Pero hay otros motivos
que debemos considerar.
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¿Tienen algo de comer
para un hombre hambriento?
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- Por aquí.
- Hola, muñeca.
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Disculpe.
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- Hola, cariño.
- Hola.
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Mi amor,
el Sr. Haggerty del diario La Estrella.
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El Sr. Chandler.
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Vaya, ¿no es William Chandler, el escritor?
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Sí, así es. Soy William Chandler.
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Escribe libros de viaje.
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Eso precisa ir
a lugares interesantes, ¿verdad?
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Sí.
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Desde luego,
sólo cuando se está trabajando.
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Últimamente he leído algo de su trabajo.
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¿Sí?
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Quizá le interese trabajar
para nuestro periódico.
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Sería diferente de lo que se dedica ahora.