Mr. Deeds Goes to Town
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Estas acciones no parecen propias
de un hombre

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al que se le confía la suma
de 20 millones de dólares.

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La autora de estos artículos,
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una profesional
de integridad reconocida,

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sentía tal desprecio por ese hombre
que le apodó Ceniciento.

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Han venido testigos
desde Mandrake Falls

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que nos hablarán de su conducta
durante toda la vida,

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probando que su inestabilidad mental
no es ni reciente ni transitoria.

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Otras personas nos hablarán
de su inusual comportamiento,

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cuando invitó a las más grandes
figuras del mundo musical

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y las echó a la calle
sin ninguna consideración.

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- A ver si puede explicarlo.
- Sí.

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Recientemente, estando bajo observación
en el hospital del condado,

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no sólo se negó a que le examinaran
los psiquiatras del estado,

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sino que les atacó violentamente.
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En estos tiempos, con un país aquejado
de problemas económicos

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y con el peligroso trasfondo
del descontento social,

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la ejecución de un plan
tan fantástico como impracticable

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como el pretendido por el acusado,
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provocaría disturbios de los que
el país tardaría en recuperarse.

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Nuestro deber es detenerlo.
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Nuestro gobierno
tiene muchas dificultades,

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pero puede salir adelante
sin la ayuda del Sr. Deeds.

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Sus iniciativas deben por tanto atribuirse
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a su mente enferma,
que sufre delirios de grandeza

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y se obsesiona con el deseo
de convertirse en un bienhechor.

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Señoría, llamamos a nuestro primer
testigo: la Srta. Louise "Babe" Bennett.

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Srta. Bennett, por favor.
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Levante la mano derecha.

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