:02:00
No viene, Toto. ¿Te lastimó?
:02:04
Lo intentó, ¿verdad? Vamos.
Se lo diremos al tío Henry y a la tía Em.
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¡Tía Em! ¡Tía Em!
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¡Mira lo que la Sra. Gulch le hizo a Toto!
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- Déjanos contar.
- Pero...
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No nos molestes, cariño.
Esta incubadora ya no funciona.
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Seguramente perderemos muchos pollitos.
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Pobrecitos.
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La Sra. Gulch lo golpeó con un rastrillo...
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...porque entra en su jardín
persiguiendo a su gato.
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¡Dorothy, por favor!
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Sólo lo hace una o dos veces por semana.
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Además, no lo alcanzaría.
Y ahora el alguacil.
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¡Dorothy, estamos ocupados!
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De acuerdo.
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¿Qué tal?
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Poco a poco.
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¡Me pillaste el dedo!
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¡Pues quita el dedo de ahí!
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Ya está.
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- Justo encima de mi dedo.
- Tienes suerte que no fuera la cabeza.
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Zeke, ¿qué hago?
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- Sólo por su gato viejo.
- Tengo que entrar los cerdos.
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No estás usando la cabeza.
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- Parece que no tengas cerebro.
- Claro que tengo cerebro.
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¿Por qué no lo usas?
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No pases por la casa de la Sra. Gulch...
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...y así Toto no entrará en su jardín
y no tendrás problemas.
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No me escuchas.
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Tienes la cabeza llena de paja.
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Entren antes de que los convierta en cena.
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Escucha, pequeña...
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...¿vas a dejar que la vieja Gulch
se salga con la suya?
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No le tengas miedo. Sé valiente.
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No tengo miedo.
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La próxima vez que se queje,
le escupo en el ojo.
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Eso haría yo.