:27:00
	No hay nadie más que nosotros.
:27:03
	- Lightcap ha venido buscando paz.
- Escuche...
:27:06
	¡Sin orden de registro, nada!
Lo dice la Constitución.
:27:10
	- No con esas palabras.
- No hay nadie más que nosotros.
:27:15
	Y son demasiados.
Hagan el favor de marcharse.
:27:18
	Sí. Mamá, por favor.
Donald. Tú también.
:27:22
	- No vengas a casa con ese pijama.
- No.
:27:25
	Eso es. Cuidado.
:27:32
	Déjenlo donde sea.
:27:34
	Alquilé esta casa y no la quiero
con policías o camioneros.
:27:37
	- Mozos de mudanza.
- Ni mozos, ni periodistas, ni madres.
:27:43
	¡Jesús!
:27:44
	Quítate ese pijama
y ven pronto a casa.
:27:48
	- Adiós, Michael.
- Lo siento, Sam.
:27:51
	Veo que la sigues llevando.
Te favorece. Te queda muy bien.
:27:59
	¿Qué es eso?
:28:01
	- El café está hirviendo.
- Pues retírelo.
:28:04
	Retírelo usted, ¿quiere?
Tengo que hablar con mi madre.
:28:14
	¿Sabes quién está en la buhardilla?
Leopold Dilg.
:28:18
	- ¿Quién?
- Dilg.
:28:20
	- ¿Está ahí?
- Sí.
:28:22
	- ¿Ahora?
- Sí, ahora.
:28:23
	Apareció anoche cinco minutos
antes de que llegara Lightcap.
:28:29
	- ¿De qué te ríes?
- "No me meto en asuntos locales".
:28:32
	- Tiene el asunto local en su casa.
- Llévatelo de aquí.
:28:37
	No hay sitio más seguro
que la casa del decano.
:28:40
	¿Bromeas?
:28:45
	La vida de Dilg no valdrá nada
si la pongo en manos de ese jurado.
:28:50
	- Lightcap podría hacer algo.
- Me da igual. Aquí no puede seguir.
:28:56
	- ¿Por qué no?
- ¿Quién se ocupará de él?
:28:58
	- Tú.
- ¿Yo?