:50:00
éste es tu cuarto
y ésta es la habitación de los niños.
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Me encanta, Bill. Es la casa
más bonita que he visto en mi vida.
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- Pero no para nosotros.
- ¿Por qué no para nosotros?
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Tú sabes por qué. Somos gente
del espectáculo, siempre viajando.
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No tenemos tiempo para vivir
en esa casa.
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Claro, siempre fue así
hasta ahora, amor, pero...
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Bill, lo hemos hablado mil veces.
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Lo sé, pero ahora que tengo un contrato
en Hollywood, habrá suficiente dinero.
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- No tendrás que trabajar. Renuncia.
- ¿Renunciar?
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Claro. Ya trabajaste bastante tiempo.
Es hora de sentar cabeza.
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- Y tendremos un hogar y...
- Pero, Bill, no quiero renunciar.
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No sería feliz si no continuara
trabajando, como te ocurre a ti.
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Llevo la música en la sangre.
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Lo siento, Selina. Creí que ahora
habrías cambiado de idea.
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Bill, creo que jamás cambiaré de idea.
Jamás.
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Yo también lo siento.
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Selina, entonces, fue a París
y se convirtió en una gran estrella.
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¿La Srta. Selina no regresó nunca?
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Todavía no.
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¡Cab Calloway!
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- ¡Hola, Cab!
- ¡Hola, niños!
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Hola, viejo. ¿Qué es todo esto?
Nunca me hablaste de esta banda.
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Ojalá fueran míos.
Son hijos de mis vecinos.
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Estoy enseñándoles unos pasos.
Vayan a casa, niños. Los veré luego.
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- Adiós, tío Bill.
- Ven y siéntate aquí.
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Bill, veo que no te sientes
tan solo aquí como pensé.
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Sí que me siento solo.
Pero no quisiera irme de esta casa...
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por si Selina cambia de idea
y quiere regresar.