:15:04
Yo también te quiero.
:15:12
Te conozco, viejo gruñón.
:15:14
Por mucho que te pases la
vida gritándonos.
:15:17
Jamás lograste engañarme. Ni
por un instante.
:15:21
Sabía que tenías un corazón
como una catedral.
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En mi despacho encontré un
recado de la señora Dietrison.
:15:31
Decía que no fuera
al día siguiente...
:15:34
...sino el jueves a las tres y media.
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Aquel jueves tenía muchas cosas que hacer.
:15:41
Incluso ir a Santa Mónica para
ver a unos clientes muy importantes.
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Pero no dejaba de pensar
en Philys Dietrison...
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...y en lo mucho que le
favorecía aquella pulsera.
:15:59
Hola, señor Neff.
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-¿No entra?
-Estaba meditándolo.
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Espero no haberle
causado molestias.
:16:09
-Anoche no me venía bien.
-Descuide. Ordené mis sellos.
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-Preparé té helado. ¿Le apetece?
-Sí, salvo que tenga una cerveza.
:16:18
Es posible. Nunca sé lo que
hay en la nevera.
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¡Netty!
:16:25
En cuanto a lo del seguro, señor
Neff, lo comenté con mi esposo.
:16:29
-¿Sí?
-Sí, dijo que lo renovaría.
:16:31
Esperaba que estuviera
aquí esta tarde.
:16:34
-¿Y no está?
-No.
:16:36
Terrible.
:16:38
¡Netty! ¡Netty!
:16:41
Lo había olvidado. Es su
día libre.
:16:44
No se preocupe por la
cerveza. Tomaré té.
:16:48
-¿Limón? ¿Azúcar?
-Es igual.
:16:51
Ya que la criada libra,
puedo echarle una mano.
:16:55
Ayudarle a pasar la aspiradora.
:16:57
Fresco.
:16:58
Hace años las vendía.