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Estate quieto, ¿quieres?
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No me pegues en la cabeza. ¡Me atontas!
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Ya estás tonto. Ahora estate quieto.
Ven aquí.
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- Mira, quiere un bajo.
- Yo no soy un bajo.
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- Sí que lo eres.
- ¿Por qué lo soy?
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- ¡Eso me toca las narices!
- ¡Mi cabeza!
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- Quiere un bajo.
- No sé cantar...
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¿Quieres hablar más bajo?
Y estate quieto, ¿vale?
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- Vamos.
- De acuerdo.
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Tres ratones ciegos
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¡Mira cómo corren!
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Persiguen a la esposa del granjero
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Quien les cortó la cola
Con un cuchillo
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No habrás visto en la vida nada
como tres ratones ciegos
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Tres ratones ciegos
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¡Mira cómo corren!
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Persiguen a la esposa del granjero
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Quien les cortó la cola
Con un cuchillo
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No habrás visto en la vida nada
Como tres ratones ciegos
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No es de mi incumbencia, pero a veces...
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lo que se hace apresuradamente
es lo que más se lamenta.
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Piénselo un poco. Luego, si sigue creyendo
que debe ver al obispo...
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Eso es lo que creo.
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Pero los chicos están mucho mejor aquí
que en la calle.
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- Seguro que lo pensó el padre O'Malley.
- Sra. Carmody, soy tolerante.
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Pero hay ciertas cosas
que me sacan de quicio...
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y Three Blind Mice es una de ellas.