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No éramos una chusma
cuando le matamos.
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Lo éramos cuando estábamos
a su alrededor...
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...prisioneros del hombre
que habíamos salvado...
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...arrodillándonos ante él,
obedeciéndole, casi vitoreándole.
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Porque desplegaba suficiente
amabilidad y energía...
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...como para meternos en
un campo de concentración.
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Qué pena, mírate.
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Rittenhouse, C.J. Rittenhouse, el
hombre que se ha hecho a sí mismo.
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¿Hecho de qué?
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Mientras sigues ahí sentado dándole vueltas
a tu última voluntad a tu testamento...
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...te haré un epitafio adecuado:
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"Ritt desertó".
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Y también te sirve a ti, Narciso.
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Por suerte aún hay sitio en tu pecho
para otra letra: D de desertor.
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Y tú Joe...
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Está muy bien que mires al
cielo y confíes en alguien...
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Pero... ¿por qué no le
echamos una mano?
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¿Qué nos pasa?
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No sólo dejamos al alemán que remara,
sino también que pensara por nosotros.
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¡Dioses y pececillos!
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Peces...
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Claro.
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No tendremos estimulantes pero...
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...el océano está plagado de peces
que nadan a nuestro alrededor.
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Bueno, ¿por qué no
cogemos unos cuantos?
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Ya lo intentamos,
pero no tenemos cebo.
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Claro que lo tenemos.
Cebo de alta joyería.
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¿Es una broma?
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¿Bromas con la comida?
Me muero de hambre
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¿Y a qué esperamos?
¿Dónde está el anzuelo?
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Ceba tu anzuelo camarada.
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No sólo comida, también aceite, podemos
exprimir el pez y sacarle aceite.
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- Es mejor que el agua.
- Del cebo respondo, a mí me hizo picar.
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- Nunca he comido pescado crudo.
- Yo sí, no es malo.