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- Tomaremos té, madre.
- Eso será encantador.
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es un cambio tan alegre.
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- ¿Viste que Fanny arregló las flores?
- Muy dulce de tu parte, Fanny.
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- Son hermosas.
- Siéntate, madre.
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- Te ayudaré con el abrigo.
- Muy bien.
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¿Sabes? No soy una inválida.
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Clinton, ¿has estado bien?
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- Muy bien, señora, gracias.
- Bien.
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- Yo serviré, Clinton.
- Sí, señorita.
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- ¿Crema o limón, madre?
- Limón, gracias.
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Vaya.
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¿No es típico de mí
contraer una enfermedad infantil?
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Georgie, luzco espantosa, ¿verdad?
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Fanny, sólo puedes lucir adorable.
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Mientes.
Sé perfectamente cómo luzco.
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Pero en unas semanas
estaré recuperada.
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Por supuesto.
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Madre.
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Gracias.
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La difteria
es una terrible molestia.
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El pelo se caía de a mechones.
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Henri salvó mi vida.
No sé qué habría hecho sin él.
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Es muy inteligente.
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Tío George.
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Pero sólo estoy hablando de mí.
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Fanny, ¿qué estuviste haciendo?
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- No mucho, madre.
- ¿Viste a Johnny Mitchell?
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Sí, lo vi.
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- ¿Cómo está?
- Está bien.
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Georgie, ¿sabes a quién
estuve viendo?
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- ¿A quién?
- A Job.
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- ¿Job?
- ¿Papá?
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Sí. Se queda sentado todo el día,
mirándome...
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...con esos ojos conmovedores.